domingo, 29 de septiembre de 2013

Tiempos modernos (Modern Times, Charles Chaplin, 1936)

¿Quieres conocerme? Mira mis películas[1]. Charles Chaplin siempre fue un director de cine crítico con los diferentes periodos que le tocó vivir, sus películas están llenas de contenidos políticos y sociales que afectaban al propio Chaplin y que hacían de su cine algo tan personal. El director podría ser esa oveja negra dentro del rebaño que vemos al inicio de Tiempo modernos en una sutil metáfora sobre la industria del cine y, al mismo tiempo, el sistema de producción predominante en el capitalismo, dónde todos los empleados son iguales y su única función es girar una tuerca. Pero Chaplin era diferente, siendo su propio productor no ofrecía un producto estandarizado a su público, sino que trabajaba cuidadosamente en cada una de sus películas.


Dos acontecimientos marcarán el futuro de Tiempo modernos (Modern Times, 1936). En primer lugar, dentro de un contexto cinematográfico, la aparición del sonido, diez años antes de realizar esta película pero que implicaba un sistema de producción y una forma de contar historias a las que el director se oponía, pero, pasado un tiempo, Chaplin tenía claro que debería incorporarse a esta forma de hacer cine si no quería quedarse atrás. Sin renunciar al slapstick característico de su cine, a la importancia de los gestos, las miradas, el movimiento, etc. Chaplin comienza a incorporar el sonido en sus películas, concretamente en Luces de ciudad (City Lights, 1931) y posteriormente en Tiempos modernos.  Pero no es una utilización del sonido al uso, sino precisa y siempre coherente, nunca añadir sonido por el hecho de hacer una película sonora; por ello sigue utilizando rótulos en los diálogos y la mayoría de sonido incorporado es para experimentar, para aumentar la sensación que quiere transmitir al espectador. En Tiempos modernos las voces provienen de aparatos electrónicos no de la persona misma (la máquina de comer y la voz del patrón que surge de una radio y de una pantalla). Al final Chaplin habla, por primera vez a su público, cantando, o más bien chapurreando una especie de canción en italiano sin letra. Este baile final es una firme declaración de principios, “Chaplin sigue siendo ante todo un mimo. Sugiere que sin la letra, podemos entender su historia, que cuenta sobre una melodía francesa, “Titine”[2]. Después de está película Chaplin dejará al personaje de Charlot, cuestión que abordaremos más adelante, y su cine incorpora cada vez más el sonido; ya es mítico su discurso de El gran dictador (The Great Dictator, 1940).

En segundo lugar, dentro del contexto histórico, es la Gran Depresión de 1929, que acerca a muchos obreros de fábricas que se han quedado sin trabajo al personaje vagabundo que tiene que buscarse la vida creado por Chaplin en 1914. Pero Chaplin no limita su discurso a términos de la pérdida de empleo en las fábricas debido al crack del 29, sino que ahonda en el proceso de producción keynesiano. La industria y el cine habían crecido de la mano y Chaplin sentía que había formado parte de la situación y tenía que decir algo al respecto. “En Tiempos modernos se enfrentó [Chaplin] a las dificultades posteriores a la Gran Depresión cuando el desempleo masivo coincidió con el desarrollo de la automatización. Chaplin fue muy sensible a los problemas socioeconómicos de esa nueva era[3]. Después de realizar Luces de ciudad el famoso director dio una gira de 18 meses por todo el mundo dialogando con gente importante como Gandhi, Churchill, etc. y presentando una teoría propia sobre la redistribución de la riqueza. Estas bases formarían el mensaje político del film.


Otro aspecto relevante es la incorporación de Paulette Goddard, a quien conoció a la vuelta de su gira mundial y con la que estuvo casado diez años y realizó dos películas: Tiempos modernos y El gran dictador. El amor que sentía Chaplin por Paulette se ve reflejado en varios puntos de la película, especialmente en el contraste de las caracterizaciones femeninas del film, donde todas las mujeres son presentadas de forma fría, en cambio el personaje de Paulette está rodado con ternura y cariño, es un personaje amable, que ha perdido a su padre y su finalidad es ayudar a los demás. Esta vagabunda es el complemento definitivo de Charlot y el que hará que Chaplin continúe haciendo películas y como al final de Tiempos modernos, Chaplin en su trayectoria profesional, se coja del brazo de Paulette y tenga en mente de cara al futuro la frase que cierra el film “Ya nos las arreglaremos”.


Una curiosidad, aunque si se mira atentamente es mucho más que una curiosidad, es un leitmotiv del cine ce Chaplin es la incorporación de la comida. La comida y el hambre son para Chaplin lo que la prostitución para Godard, un espejo donde se pueden ver todas aquellas situaciones, comportamientos, relaciones de poder, etc. del mundo. Chaplin ya jugaba con la comida en otros largometrajes como La quimera del oro (The Golden Rush, 1925) en aquel baile de patatas, única comida en la cabaña perdida en el monte. En Tiempos modernos no deja de salir comida, el personaje de Charlot está en relación con los alimentos a lo largo de todo el film. Veamos: el obrero se queda atrapado en la máquina y Charlot le alimenta a la hora de comer, la barra de pan que roba el personaje de Paulette Goddard, la escena de la comida en prisión donde “pelea” por un trozo de pan con un Goliat, como lo definen los hermanos Dardenne, donde gana la astucia; la escena con los ladrones hambrientos en el almacén, en el “paraíso” casa ideal donde llega hasta acudir una vaca para ordeñar, en la chabola donde se instala con el personaje de Paulette… cada escena incorpora una situación donde el hambre, el pasar hambre principalmente, juega un papel de reflejo del mundo en el que vive; no hace falta decir el significado de cada escena, pues solo su descripción ya lo deja bien claro y este es un análisis breve.

Por último, como ya se ha mencionado anteriormente, está es la última película del personaje de Charlot. Éste nació en 1914 con Charlot periodista (Making a Living) en los cortometrajes de Chaplin para la Keystone. La importancia de este personaje en la película reside en dos puntos. Un primer punto es la situación del personaje como vagabundo y que su última aparición sea en un contexto de amplio paro en el país no es una simple coincidencia. Un segundo punto es que el personaje de Charlot había nacido mudo y se valía de su gesticulación y sus movimientos con el cuerpo. Chaplin sabía que en el cine sonoro Charlot no tenía cabida y éste era el momento para dejarlo de lado, sabiendo que no estaría solo en su camino hacia delante. El final de esta película, comentado anteriormente, es la mayor representación de cómo la vida real de Chaplin y el cine se cogían de la mano. Insistamos en que no es casualidad que la situación laboral del país, el cambio al sonoro y la relación con Paulette Goddard llevarán a Chaplin a realizar está película, cénit del personaje de Charlot y obra cumbre de su director.

        En una última anotación cabe resaltar la forma narrativa de la película, que en el cine de Chaplin es lo de menos (sin querer minimizar su puesta en escena en ningún momento. Una puesta en escena que consiste en darle a su personaje la centralidad y atención del espectador, con una fotografía muy luminosa, a Chaplin le gusta que le vean el rostro, reflejo de las emociones). Pero la importancia de sus películas reside en su contexto sociocultural. Esta película en concreto surge en un periodo donde predomina el MRI (Modo de Representación Institucional) denominando por Noël Burch, por lo que la película es técnicamente perfecta y al Chaplin autor se le ve en lo qué cuenta y en su actuación.




[1] CHAPLIN (Richar Attenborough, 1992).
[2] Chaplin Hoy: Tiempos Modernos. DVD Colección Chaplin. Tiempos Modernos, mk2éditions, France 2003.
[3] Introducción de David Robinson. DVD Colección Chaplin. Tiempos Modernos, mk2éditions, France 2003.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Making of... Metropolis (Fritz Lang, 1927)

Metrópolis (Metropolis, Fritz Lang, 1927) fue "financiada por el gigantesco estudio alemán UFA, fue muy controvertida en su día y resultó en un fracaso comercial que estuvo a punto de derrumbar al estudio. [...] Poco después de su estreno, la carísima cinta fue apartada de la distribución y remontada en contra de los deseos de Lang. La versión cortada y simplificada fue la más conocida, incluso en la mezcla coloreada de Giorgio Moroder de los años ochenta, hasta el siglo XXI, cuando una restauración parcial (con cuidados rótulos explicativos de las escenas perdidas) acercó mucho más la película al espíritu de Lang" (Kim Newman)

La copia encontrada en Argentina permitió una nueva restauración del film, alargándolo hasta casi las dos horas y media. Esta edición de Metrópolis, restaurada por la Friedrich Wilhelm Murnau Stiftung, además de respetar el montaje original, es la más completa y recrea la banda sonora compuesta por Gottfried Huppertz para el ya legendario estreno de 1927. La edición en DVD y Blu-ray de la colección Orígenes del cine no es solo una magnífica oportunidad de reencontrarse con el film de Lang, sino de profundizar en el con los magníficos extras: "El caso Metropolis", que analiza el contexto, la producción y repercusiones de la película; y otro (casi) largometraje que muestra el complicado proceso de restauración.

Para acercamos a una de las obras magnas del cineasta austríaco ofrecemos en este post un detallado "making of" del caso Metropolis, ofreciendo: la película restaurada, el documental "El caso Metropolis", el capítulo de "Cineastas de nuestro tiempo" dedicado a Fritz Lang mediante una entrevista con Jean-Luc Godard, y tres textos que analizan la película y la obra de Lang.


1. Metrópolis (Metropolis, Fritz Lang, 1927)


2. El caso Metropolis


3. Cineastas de nuestro tiempo: El dinosaurio y el bebé (Cinéastes de notre tempos: Le dinosaure et le bebé. Dialogue en huit parties entre Fritz Lang et Jean-Luc Godard, André S. Labarthe, 1967)

4. Metrópolis: la imagen de la ciudad a través de la cámara de Fritz Lang. 
Un texto de Carmen Milágros González Chávez (Universidad de La Laguna)

5. The Vamp and the Machine: Fritz Lang's Metropolis.
Un texto de Andreas Huyssen

6. El universo languiano: más allá de una duda razonable.
Un texto de Vicente Sánchez-Biosca


domingo, 15 de septiembre de 2013

Yasujirô Ozu

La nueva y sugerente reedición de parte de la  filmografía de Yasujirô Ozu a cargo de a contracorriente, nos sirve como excusa para indagar un poco más en la figura del maestro del cine japonés que tanto ha influido a cineastas como Wim Wenders o Pedro Costa, entre muchísimos otros (por no decir que a casi todos). Ofrecemos pues, cuatro interesantes textos sobre el cineasta nipón desde diferentes aspectos: arquitectura, sociología, géneros cinematográficos y narrativa fílmica. Además, al final del post, os dejamos uno de los fragmentos más bellos de Tokyo-Ga (1985), el maravilloso homenaje de Wenders a Ozu. Y dos películas del maestro: Cuentos de Tokyo (1953) y ¿Qué ha olvidado la señora? (1937)


1. Cuentos de Tokio: una mirada de Ozu a la transformación de la sociedad japonesa de la posguerra. 
Un texto de José María Tápiz.

2. La habitación de Ozu. 
Un texto de Marta Peris.

3. El maestro de ceremonias, Ozu Yasujirô y su muy civil ayudante Lorenzo Torres: invitación al viaje. 
Un texto de Raúl Hernández Garrido.

El texto se encuentra en la misma web, clicando al enlace del título.




5. Fragmento Tokyo-Ga (Wim Wenders, 1985): Chishu Ryu


6. Cuentos de Tokio (Tôkyô Monogatari, Yasujirô Ozu, 1953)


7. ¿Qué ha olvidado la señora (Shukujo wa nani o wasureta ka, Yasujirô Ozu, 1937)

domingo, 8 de septiembre de 2013

Making Of... La mitad de Óscar (Manuel Martín Cuenca, 2010)


Aprovechando la buena acogida que su última película, Caníbal (2013) ha tenido en el festival de Toronto, las ansías que hay de que se presente en San Sebastián y que su director, Manuel Martín Cuenca, se confirme como uno de los cineastas más interesantes del momento con este largometraje que parece ser la revelación española del año, dedicamos este post de nuestra sección "Makinf Of" a su anterior largometraje, el que lo puso en el punto de mira: La mitad de Óscar (2010), que puede verse en filmin. Además, publicamos también el que fuera el primer cortometraje del realizador almeriense: El día blanco (1990) y la entrevista concedida a Caimán.Cuadernos de cine

1. Rueda de prensa

2. Making Of

3. El día blanco (1990)

3. Entrevista realizada por Carlos F. Heredero para Cahiers du Cinema - España (marzo, 2011, nº 43)