viernes, 6 de febrero de 2015

Fernando Franco. La humanidad detrás de ‘La herida’

Los Goya 2015 están a la vuelta de la esquina. El año pasado La herida, de Fernando Franco fue la gran triunfadora. Recuperamos aquí la entrevista que en su día le hicimos al realizador para la web Nomepierdoniuna.net. Actualmente, el cineasta se encuentra preparando su próximo largometraje Morir, nuevamente con Marian Álvarez. 



Fernando Franco, director de La herida, nos concede unos minutos de su tiempo entre montajes, galas de premios y caóticas preparaciones para los Goya, a los que llega con 6 nominaciones: mejor película, mejor director novel, mejor guión original, mejor interpretación femenina protagonista, mejor montaje y mejor sonido. Nos habla de la Academia y de las nominaciones, de la situación del cine español, de su filmografía entre la dirección y la edición. Y, por supuesto, de La herida, de cómo surgió el proyecto, su realización, el trabajo previo y su repercusión.
>La herida comenzó con fuerza ganando premios importantes en San Sebastián (Concha de Oro a la mejor actriz para Marian Álvarez y premio especial del jurado) y otros festivales. Por otra parte, el estreno en salas fue más modesto. Esta situación afecta directamente a pequeñas ciudades como Castellón, donde este tipo de películas más arriesgadas no llegan hasta que no las “recupera” una sala alternativa como la del Paranimf de la UJI. ¿Crees que la industria cinematográfica española necesita un cambio radical a la hora de distribuir sus propias películas?
Creo que, en cierto modo, esos cambios se están produciendo. Centros alternativos como el que mencionas en Castellón u otros como Cineteca del Matadero en Madrid, Centro Niemeyer en Avilés, etc. se convierten en refugio de este tipo de cine más inaccesible. Por desgracia, no suele haber copias para nutrir simultáneamente a todos esos espacios pero lo importante es que las películas acaben por llegar, aunque sea un poco más tarde, como sucede en el caso de plataformas como Filmin. En cierto modo es una vuelta al modelo de reestreno en provincias qués y con la emulsión prácticamente desprendida de tanto trote. En cualquier caso, bienvenidas sean todas las ayudas y opciones para dinamizar este modelo.
>Atendiendo a las nominaciones de los Goya, previsibles cuando a lo largo del año se ha visto una clara diferencia, tanto de calidad como de rentabilidad, entre las “grandes” películas y las “pequeñas” películas. ¿Cómo ves esta situación?¿Piensas que la Academia, y el Gobierno, deben aceptar la situación y trabajar para adaptar el cine español a los tiempos que corren?
En realidad la Academia, de la cual soy miembro, es un ente abstracto y las películas que aparecen nominadas son fruto del recuento de los votos de los socios. Por los resultados, parece que el modelo predominante tiende hacia películas más consolidadas industrialmente. En este sentido, yo creo que el cine español debe funcionar a base de un cierto equilibrio entre los dos modelos, el más comercial y el más autoral. El primero genera riqueza y taquilla mientras que el segundo genera prestigio, marca España en el extranjero gracias a los festivales por los que viaja, etc. Creo que deben alimentarse mutuamente.
>En este panorama, La herida me recuerda mucho a La soledad de Jaime Rosales, que dio la sorpresa en los Goya de 2008 y parecía abrir un camino a la hora de hacer más visible este cine más pequeño pero más interesante. ¿Sigue siendo tan complicado levantar un proyecto cómo La herida?
Sí que es complicado levantar un proyecto como éste. En nuestro caso hemos tardado alrededor de cinco años. Se sumaban muchas trabas: primera película, tema duro/complicado, casting sin estrellas, etc.
>Desde la crítica y el análisis tenemos razones para definirla así, pero lo pregunto de forma personal, ¿en qué medida crees que La herida es una película importante dentro del cine español contemporáneo? 

Creo que una cinematografía está formada por una constelación de películas muy diferentes y que todas son importantes a la hora de constituirla ya que, de algún modo, son un reflejo de un momento, de un contexto y una situación. Si, en este sentido, La herida es una película de mayor o menor importancia, es algo que se me escapa. Me gustaría pensar que si lo fuese es porque haya servido para abrir un poco más la veta de entrada a un cierto tipo de cine personal y arriesgado y que, de algún modo, pueda servir de estímulo a quienes quieren hacer este tipo de películas.

>Entrando de lleno en La herida, que comenzó siendo un documental. ¿Qué te llevó a querer tratar un tema como la conducta Borderline? ¿Y por qué ese cambio del documental a la ficción?
Me interesé por el tema al leer sobre él en un libro de psicología. Siempre me ha interesado el retrato psicológico en cine y literatura y me pareció un buen punto de partida para construir sobre algo que tiene un cierto carácter subterráneo, que no mucha gente conoce. Lo abordé a priori como un documental pero, poco a poco, me fui dando cuenta que la intromisión que implicaba mi planteamiento en la intimidad de las personas que colaboraban conmigo suponía transgredir una cierta barrera ética que no estaba dispuesto a cruzar. Decidí, por tanto, trasplantar al terreno de la ficción toda la investigación y documentación previa que había elaborado.
>Pese a ser una ficción, la apuesta formal del filme está muy cercana a la experiencia del cine directo. Esto implica un trabajo muy elaborado para lograr el realismo que tiene La herida. ¿Cuánto tiempo hubo de ensayos y trabajo previo a la filmación?

Muchísimo tiempo si partimos de que hemos tardado cinco años en levantar la película y que, desde el principio, fue Marian Álvarez la protagonista, haciéndola yo partícipe de las sucesivas versiones del guión que iba escribiendo, compartiendo documentación, enlaces, etc. Los ensayos, por otro lado, ya con todos los actores, duraron alrededor de seis semanas, lo que es mucho en una película española. En ese tiempo nos dedicamos a poner en pie todo el guión, secuencia a secuencia, volviendo sobre ellas, incorporando cambios, etc. En paralelo, dedicamos mucho tiempo a las localizaciones e, incluso, una vez decididas, íbamos a ensayar a los propios espacios en los que luego rodaríamos.
>Todo este trabajo previo da su fruto en la magnífica interpretación de Marian Álvarez. ¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a pensar en ella para que interpretase a Ana?¿Cómo fue el rodaje con ella?

Había visto Lo mejor de mí, de Roser Aguilar, y me parecía que su interpretación era excelente. Además, su aspecto frágil, con esa belleza dulce y un tanto aniñada me parecían fundamentales para contrarrestar lo que su personaje pudiese tener de incómodo. Una vez que empezamos a hablar sobre el guión, me di cuenta que, aparte de todo, es una persona extremadamente inteligente y sensible: entendía perfectamente al personaje y la película que yo quería hacer, aportando cosas y detalles al conjunto. El rodaje, en este sentido, fue genial. Realmente disfrutamos del trabajo y Marian soportó de maravilla todo el peso que le había caído. Es una profesional como la copa de un pino aparte de una persona excepcional. Cualquier persona del equipo te dirá lo mismo.

>A mí, personalmente, la película me ayudó mucho a comprenderme mejor a mí mismo y ser más consciente del entorno que me rodea y cómo le afecta mi actitud. Podría decir que el filme, más que una experiencia, ha sido un apoyo o una ayuda. ¿Éste era uno de los objetivos de La herida? ¿Gente que padece de conducta Borderline, o que se encuentra en una situación similar a la de Ana, te ha comentado al respecto después de ver el film?
Yo nunca pretendo transmitir un mensaje unívoco o adoctrinar ni nada parecido. Prefiero que cada cual saque sus propias conclusiones. A veces, incluso a mí me es complicado llegar a respuestas. Prefiero plantear preguntas. En este sentido, hay gente que se ve reflejada y gente que no; gente a la que, como tú dices, la película le ha funcionado a un cierto nivel terapéutico y otras que ni siquiera piensan que la película articule un argumento. Por supuesto que me encanta que se produzca lo que mencionas, ya que mi meta es conseguir un retrato riguroso y honesto de un personaje de tal manera que, si se consigue, a través de él se transmitirán elementos más universales que tienen que ver con el ser humano y que, de algún modo, afectarán a unas ciertas sensibilidades. Y sí que se ha acercado gente que padece la misma problemática que Ana. En general han sido momentos muy satisfactorios ya que, en su mayoría, se mostraban muy agradecidos por el hecho de que nos hubiésemos aproximado con respeto al tema.
>Dentro de los muchos temas que podemos encontrar en tu obra, ¿podrías hablarnos de aquellos que más te interesan?
A grandes rasgos: la incomunicación, las relaciones afectivas y de pareja, la enfermedad física y mental, la muerte, la tecnología, etc. Diría que, en general, el ser humano y sus problemas.
>Para ir terminando, y cerrando el círculo,  has trabajado con directores muy diferentes. Y tus trabajos como realizador te han permitido conocer los diferentes campos que forman el panorama audiovisual contemporáneo. ¿Podrías decirnos cuáles son los/as realizadores/as españoles/as que más te llaman la atención en la actualidad?
Prefiero no hacerlo porque seguro que se me iban a olvidar nombres.
¿Notas algunas ausencias en los Goya de este año?

Dos películas que no se podían siquiera votar: La casa de Emak Bakia e Història de la meva mort. Por otro lado, Los ilusos o Gente en sitios, que no han tenido ninguna nominación. Otras, como la de Mar Coll creo que deberían haber tenido una mayor presencia. Documentales como el de Jorge Tur o el de Eloy Enciso.
>Después de un film como La herida un nuevo proyecto necesitará su tiempo y meditación. ¿Estás preparando algo nuevo?


Estoy trabajando en la escritura de un guión de largometraje.

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